Calle Juan de Robles en la barriada Las Morillas y Hacienda Capitán.
Cuando el Marqués de Cádiz tuvo la desafortunada idea de atacar a la ciudad de Málaga a través de la Axarquía innumerables personajes se sumaron a la expedición, imaginando pingües y fáciles beneficios.
Uno de ellos fue don Juan de Robles, alcaide y corregidor de la villa de Jerez, que colaboró en la aventura dirigidas por el marques de Cádiz, no se sabe si acudió solo o aportó algunos soldados.
Ya sabemos que aquella aventura terminó mal, muy mal, y entre los prisioneros que quedaron en poder de los nazaríes figuró nuestro personaje, que fue traído a Málaga y encarcelado.
Aquella aventura ocurrió en el 1483 y años más tarde, cuando don Fernando tomó la ciudad de Vélez, 1487, se le presentó allí una representación de la ciudad de Málaga, presidida por su alcaide Ibn Qumissa, que se ofrecía a negociar un tratado de rendición amistoso y en prueba de su buena voluntad traía, para entregarlo al rey, uno o quizás varios de los prisioneros tomados en la aventura castellana de la Axarquía.
Lo cierto es que este prisionero o uno de los prisioneros, tomados hacía cuatro años, era precisamente don Juan de Robles.
Ya es conocido que la negociación terminó de mala manera por culpa del empecinamiento de el Zegrí, pero suponemos que nuestro personaje permaneció ya bajo la tutela de las tropas castellanas, se puede decir que fue el primer liberado en la toma de Málaga.
Debió de integrarse en las tropas castellanas y tomar parte en la toma de Málaga, pues en los repartimientos figura un tal Juan de Robles, Servidor Real, con el oficio de “intérprete de árabe”.