Eduardo Rosales Gallinas nació en Madrid en 1836 y murió en Madrid en 1873.
Eduardo Rosales procedía de una familia humilde, empleados de la administración, que, a la vista de sus facilidades, se idearon para su hijo una formación artística en la Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid.
En su adolescencia Eduardo Rosales quedó huérfano viviendo con unos tíos que le acogieron y mantuvieron las ideas iniciales de sus padres en cuanto a su formación artística y con cuya hija Maximina se casaría años después.
Con veinte años se le detectó una tuberculosis que le condicionaría toda su vida, eso influyó en una juventud difícil tanto por problemas de salud como económicos, pero a pesar de todo ello consiguió la ayuda necesaria para salir de España y visitar Paris y Roma, recibiendo con gran aprovechamiento las lecciones de los grandes maestros de la época.
Finalmente en 1860 consigue una pensión del Gobierno y eso relaja su tensión pudiendo dedicarse a pintar sin los agobios de años anteriores.
En la Exposición de Bellas Artes de Madrid de 1862 Eduardo Rosales presentó su obra “La Nena” que consiguió una mención honorifica y una prórroga de dos años de su pensión.

En la edición del 64 presenta, entre otras y por primera vez, su obra más emblemática “El testamento de Isabel la Católica” que le consigue su primera medalla.

Con esta misma obra acude a la Exposición Universal de Paris de 1867, volviéndose a Roma donde estaba trabajando en aquellos momentos, allí recibe unos telegramas de sus amigos parisinos, entre ellos Raimundo Madrazo que le informan que ha ganado la medalla de oro para extranjeros y que además le han nombrado Caballero de la Legión de Honor.
Con su futuro asegurado se casa en 1868 con su prima Maximina y tiene dos hijas de la que solo sobrevive la segunda.
1869 es el año en que presenta su cuadro “Don Juan de Austria es presentado al Emperador Carlos V”

En 1871 pinta su cuadro “La muerte de Lucrecia” que vuelve a cosechar premios en el Salón Internacional de París, pero que, en España, se recibe con muy severas críticas incluso por parte de sus propios compañeros, esa pincelada corta y muy empastada, propia de los impresionistas, no parece del agrado de críticos y otros artistas, nuestro personaje desilusionado se promete a sí mismo no volver a pintar cuadros de gran formato.

Buscando un mejor clima para su quebrantada salud se traslada a Murcia en 1872, pero rápidamente vuelve a Madrid donde le ofrecen algunos cargos de gran importancia, como la Dirección del Museo del Prado o de la Academia de España en Roma, ninguno de los cuales pudo aceptar debido a su precario estado de salud.
Murió, en Madrid, el año siguiente 1873, tenía 37 años.
He sido durante años un comprador de arte en Colombia. En mi poder tengo una obra que tiene la firma y las caracteristicas del maestro Rosales. Que viavilidad puedo tener para lograr verificar la originalidad de la obra que tengo?
Hola Jairo gracias por tu comentario, no sabría como ayudarte pero imagino que si te pones en contacto con algún museo especializado te podrán decir algo mas concreto.