En 1634 – 1635 pinta uno de sus más conocidos cuadros y desde luego, el mayor de todos, se trata de «La rendición de Breda«, vulgarmente conocido como «Las lanzas«.
Ya digo que es un cuadro enorme de 307 x 367 y que estaba destinado al Salón de los Reinos, del Palacio del Buen Retiro, junto con otras obras que también recreaban momentos históricos de la vida militar.
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Qué se representa en La Rendición de Breda.
En la «La Rendición de Breda» podemos ver el momento en que el general genovés Ambrosio Spinola, que mandaba las tropas españolas, recoge la llave de la ciudad que le entrega el vencido Justino de Nassau, gobernador de la ciudad de Breda.
Realmente Velázquez no conocía nada de los paisajes flamencos y menos aún de Breda y su entorno, así que se supone que se asesoró en imágenes que pudo encontrar en los archivos bibliotecarios del Escorial.
En «La Rendición de Breda« la disposición de los personajes de cuadro es absolutamente patriótica, a la derecha las tropas españolas, con largas lanzas, bien mantenidas pues es notable el paralelismo entre ellas, se nota que están firmemente empuñadas.
Por contra las armas holandesas pocas y de escasa entidad, no tiene la altivez y la donosura de las lanzas españolas.
A los españoles se les ve caballeros de peso e importancia mientras que los holandeses son meros soldados que incluso están un poco al margen de la acción que se está desarrollando.
Se recrea el artista en una figura, que parece ser un capitán de las tropas holandesas, un joven de blanca vestimenta que parece estar aconsejando o explicando a su interlocutor algo de gran importancia, puede ser que le cuente por qué han perdido al batalla de Breda.
Se ha comentado mucho que realmente es un cuadro formado por innumerables retratos, Velázquez siempre tuvo fama de retratista, y existe la teoría de que todos los que figuran en él, al menos los españoles, corresponden a personajes reales que nuestro amigo retrató, incluso él mismo parece figurar en el borde lateral derecho.
Obsérvese la insólita composición velazqueña aparentemente cerrada por los dos caballos que definen el entorno en el que desarrolla la acción.