Cuadro de Edgar Degas pintado en 1873, tiene unas dimensiones de 73 x 92 y está en el Museo de Bellas Artes de Pau.
EL autor de Oficina del Algodón en Nueva Orleans nació en París en 1843 y se le considera uno de los fundadores del movimiento impresionista, pero él nunca aceptó ese nombre, el se definía como “realista”, bien es verdad que el concepto “impresionismo” se acuño en 1872 tal como es sabido, y hasta entonces aquella unión de jóvenes pintores que inició su andadura en 1864 con las primeras obras de Monet, Pisarro y algunos otros entre ellos el propio Degas no se identificaron con ninguna denominación que les uniera.
La familia materna de Degas procedía de Nueva Orleans, allí es donde había nacido su madre Célestine y a donde habían emigrado los dos hermanos del artista, Achille y René. En 1872, Degas hizo las maletas y se fue a visitarles.
El cuadro Oficina del Algodón en Nueva Orleans, uno de los más insólitos de todos los que pintó, pudiera ser un retrato familiar, pero en vez de hacerles posar de modo formal, el artista les ha pintado en las oficinas de su tío Michel Musson, que es el señor que vemos en primer término, sentado en una silla con su sombrero de copa, muy concentrado examinando el género. René, uno de los hermanos de Degas, está tranquilamente sentado leyendo el periódico, y Achille, el otro hermano, es el que vemos de pie apoyado en la ventana del fondo, evidentemente sus hermanos no daban golpe en aquellas oficinas, todos están haciendo algo menos ellos dos, y así lo refleja el ojo astuto de Degas.
En el cuadro también aparecen los dos socios de Michel Musson, John E. Livaudais, a la derecha del todo, revisando los libros de contabilidad, y James S. Prestridge, el que está sentado en un taburete alto con una chaqueta marrón.
Realmente está retratando una escena habitual en aquella oficina, puede que una nueva remesa de lana haya llegado y han extendido sobre la mesa una muestra que los expertos están examinando quizás para aceptarla, valorarla o seleccionarla según su calidad. Degas jamás pintó del natural, tenía memoria fotográfica y en su estudio reproducía la imagen que había presenciado, así que debió quedarse con esta imagen en una visita a la Oficina de la Lana de su tío y después la reprodujo en el taller.
Es curiosa la construcción de la escena, tan fotográfica que Degas no duda en cortar las piernas del tio Michael que examina muestras de algodón o las manos del señor Livaudais, que está enfrascado en los libros de contabilidad o la cesta de los papeles abajo a la derecha.
La oficina del algodón realmente tiene pocos colores, blanco, negro y ocre en diversas tonalidades, no cansa la vista y todos los personajes están perfectamente definidos y ubicados a lo largo de una densa diagonal que termina en la puerta acristalada del fondo y que esta cruzada por otra que comienza en m. Livaudais, sigue por René y termina en Achille.
Degas no volvió a pintar ningún cuadro más de este estilo, a la vuelta a Francia rápidamente se decantó por las carreras de caballos y las bailarinas utilizando unas técnicas pictóricas totalmente diferentes a las utilizadas en esta obra, pasando después a sus experiencias con el pastel y sus bañistas.